sábado, 19 de enero de 2008

Colombia muerta


"La violencia abrupta y cruda se come nuestras miradas y habita de miseria y terror nuestra cotidianidad, sin respiro alguno. Los productores han declarado que hubiesen querido tomar otra línea narrativa distinta a la violencia, pero concluyeron que eso somos nosotros: las noticias estaban a la vista y se trató de editar esas imágenes.

Entonces habría que volver a recordar que las noticias no son la realidad. La realidad tozuda y resbaladiza admite muchos puntos de vista y muchas maneras de mostrarse. Pero es verdad que nuestros noticieros padecen de unanimismo: todos con las mismas imágenes, las mismas enunciaciones y la violencia como eje narrativo. No es solo la televisión, también el cine. Y hasta hizo carrera en la academia lo sentado por algunos de los llamados "violentólogos" (el único país que cuenta con esa especialización) en cuanto que Colombia era violenta por naturaleza. La violencia es del ser humano desde cuando nace, pero también es de su naturaleza filtrar las conductas primarias, reelaborar sus reacciones, simbolizar los hechos. Cuando la TV manda a dormir a los niños porque "pueden ver escenas de violencia o sexo", emparenta estos dos hechos. Y es cierto, comparten el mismo origen primario de impulsos humanos hacia dos objetos contrapuestos: el deseo o la destrucción del otro. Mostrar el sexo como órgano, lo que hace la pornografía, equivale a reducir la violencia al muerto. Y si uno ve este desfile de actos violentos de Colombia viva, que más bien debiera titularse 'Colombia muerta', asistimos al desplazamiento perverso de la guerra al muerto, de este al cadáver y de este a las calaveras, cuando no al hueco donde las hallaron. 

El último capítulo fuera de contexto, 'Colombia alegre', es como si nuestra única realidad fuese la violencia y lo creativo apenas el mismo pobre colofón que nos reservan las noticias al cierre de farándula y entretenimiento. Este documental fue editado con la misma lógica de los telenoticieros y peca por su misma falsa intensidad. 

Nuestra violencia verdadera también es taquillera. Y también es verdad absoluta que las palabras e imágenes pueden cambiar el mundo y no solo calcarlo." ARMANDO SILVA